jueves, 2 de junio de 2016

Abril de 1970. "Sesquicentenario de Carabobo"

 Balcón Abierto del Cronista de la Ciudad

 Sesquicentenario de Carabobo 

Se aproxima a pasos agigantados la fecha sesquicentenaria de la batalla de Carabobo  y todavía no se sabe a ciencia cierta que vamos a hacer para celebrar este acontecimiento. Se ha nombrado una junta asesora integrada por medio centenar de personas, residenciadas unas en Valencia y otras en Caracas, y esta junta no se ha reunido todavía por primera vez, ni siquiera para instalarse a pesar de haber transcurrido ya varios meses desde el día en que fue juramentada en acto público y solemne por el señor presidente de la República. Como dijera recientemente El Carabobeño, nos estamos durmiendo sobre los laureles de Carabobo. 

Sólo el gobierno está trabajando. De esto no hay duda. Prueba de ello es la forma bastante eficaz con que se vienen ejecutando los trabajos de la hermosísima avenida que se está construyendo en estos momentos entre la ciudad y el campo inmortal. También sabemos de algunas monografías de carácter histórico o literario que se vienen elaborando. Nosotros mismos tenemos en preparación un ligero estudio sobre la batalla, sobre los héroes que participaron en ella y sobre los símbolos del monumento. Pero estos trabajos aislados, a nuestra manera de ver, son insuficientes. Necesitamos una acción de conjunto más honda, más activa, más directa, más amplia. No podemos cruzarnos de brazos en espera de que sea el gobierno quien se encargue de todo y quien prepare un programa de actos, a su sólo saber y entender,  que a última hora podría resultar con algunas deficiencias.

¿Qué pasa? ¿Hemos perdido la perspectiva de lo que significa Carabobo en la vida de nuestro país? ¿Nos estamos olvidando de nuestros próceres? 
Nada de eso. Sería necio achacar a ningún venezolano consciente falta de conciencia cívica o falta amor por Carabobo. Y en esto consiste, precisamente,  lo curioso del caso. En el plano individual, todos estamos convencidos de nuestro deber histórico; colectivamente, parece que es difícil que nos pongamos de acuerdo. Un absurdo. Lo contrario de lo que sucede en otros países, donde las individualidades aisladas significan muy poco, pero cuando deciden reunirse sobre un mismo objetivo, realizan grandes obras. Saben que en la unión está la fuerza, y no pierden oportunidad de demostrarlo.

Esta conmemoración que se avecina, presenta para nosotros dos aspectos perfectamente definidos: de un lado, el patriótico, el de la evocación del hecho heroico, el de la evaluación de lo que significó aquella batalla para la causa de la independencia; del otro, el pragmático,  el de la derivación de obras para Valencia, el de la construcción de la avenida; el de la remodelación y embellecimiento del campo, y el de la contribución en una palabra, al progreso de la ciudad. En conversaciones privadas con algunos amigos, les hemos observado que estamos careciendo en Valencia de aquel espíritu de iniciativa y de regionalismo constructivo, que caracteriza a los habitantes del estado Zulia. Los maracuchos ya habrían hecho de estas vísperas del sesquicentenario, un pretexto para solicitar y obtener obras, para estudiar y adelantar proyectos, para echar al vuelo las campanas de un ardoroso patriotismo; para hacer sentir una serie de aspiraciones del pueblo. Nosotros, en cambio, no estamos haciendo nada, o estamos haciendo muy poco, y esta actitud hay que revisarla. 

Y que no se piense que determinadas personas o instituciones deben ganar indulgencias con los escapularios del sesquicentenario. No, señor. Se trata de Carabobo, de la región en sí, y se trata, principalmente, de Valencia. Esta de por medio el interés de la comunidad, que a todos nos obliga. El interés colectivo. Todos debemos participar en esto.

Por eso nos permitimos hacer hoy un cordial llamado a todos y cada uno de los integrantes de la junta asesora nombrada por el señor Presidente de la República, para que nos dispongamos a trabajar con entusiasmo; a recuperar el tiempo perdido; a cumplir, en una palabra, el deber que nos corresponde.

 Valencia, abril de 1970

Publicado en El Carabobeño, el miércoles 8 de abril de 1970.

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