viernes, 30 de marzo de 2012

31 de Diciembre de 1979. "1980 Año Histórico de Valencia"


EL CARABOBEÑO

Balcón Abierto del Cronista de la Ciudad.

1980 Año Histórico de Valencia

Destacados cronistas locales – Fabián de Jesús Díaz, Eduardo Arroyo Alvarez, Felipe Herrera Vial, Enrique Grooscors hijo y algunos otros- se han venido refiriendo a los fastos históricos que debemos conmemorar en Valencia este año entrante.

El primero de estos acontecimientos, y quizá, o sin quizá, el de mayor trascendencia, es el del sesquicentenario del nacimiento del Estado venezolano o Cuarta República, que ocurrió en Valencia hace justamente ciento cincuenta años, en 1830. La república nació aquí, en el congreso constituyente de ese año, bajo la iniciativa directa del general José Antonio Paéz, a quien las circunstancias habían colocado en el vértice de la política venezolana, como máxima autoridad militar-representativa, una vez terminada la guerra. La estrella de Bolívar había venido declinando desde los días turbulentos de la Cosiata, en 1826, y desde los días aciagos de 1828. La situación de la Gran Colombia, supremo ideal del Libertador, se había tornado insostenible. Ese parto doloroso, detrás del cual se mueven hechos que por razones obvias debemos silenciar, hubo de ocurrir en Valencia. Por eso dice Pocaterra en su canto a la vieja ciudad, y esto no nos cansaremos de repetirlo: “Madre eres tú: pariste a Venezuela”.

Ahora bien: ese sesquicentenario que ahora se aproxima, y que habrá de cumplirse el 24 de septiembre del año entrante, fecha de la promulgación de la constitución de 1830, aun cuando la lectura de la misma en acto público y solemne para darle la vigencia, hecha por el propio general Páez, ya investido para entonces con el cargo de Presidente constitucional de la República, no ocurrió sino un mes después, el 23 de octubre subsiguiente; ese sesquicentenario, repetimos, no puede pasar desapercibido. Tenemos que celebrarlo. Uno de los números del programa celebratorio que oportunamente se elabore, podría consistir en una sesión solemne del congreso nacional en la Casa de la Estrella, ahora refaccionada, por haber sido esa casa el lugar donde se reunió el congreso del año 30, también el del año 12, y donde también por coincidencia tuvo su nacimiento la antigua Universidad de Valencia. Una casa llena de historia. Además de allí despachaba los asuntos de estado el doctor Cristóbal Mendoza, en 1812, como primer Presidente de la República.

En torno al destino inmediato de este viejo inmueble, se está tramitando en estos momentos, a través de la Junta Nacional Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, la declaratoria de ella como Monumento Histórico Nacional, para que además sirva de asiento a instalaciones acordes con el glorioso pasado histórico que pesa sobre ella. Nosotros hemos sugerido la idea, que en principio ha tenido franca acogida en los sectores más diversos, de que se construya un parque en esa misma manzana, en la parte ya demolida, con el nombre de Plaza de la República y que se coloque en su centro un obelisco, con un letrero que diga: Aquí nació la República.  Sería éste un hermoso parque más para Valencia, aparte de constituir por sí mismo una lección permanente de historia para las generaciones venideras.

En torno a estas cuestiones históricas, cuyo interés es evidente, la Sociedad Bolivariana de Venezuela va a celebrar en Valencia, en el mes de octubre, su Asamblea Nacional de 1980, haciéndola coincidir con el onomástico del Libertador, ya que por razones de recargo en los programas conmemorativos, no se podrá llevar a efecto en el mes de diciembre, como inicialmente había sido sugerido. Materia central del programa de esa Asamblea, será un coloquio entre médicos historiadores sobre la enfermedad y muerte del Libertador y también el tema de las implicaciones políticas de aquel doloroso acontecimiento.

Otra fecha de indudable importancia histórica que tendremos que tomar muy en cuenta en el calendario de conmemoraciones del año entrante, es la del 29 de septiembre, bicentenario del nacimiento del doctor Miguel Peña.


De manera que el próximo año 1980, que se presenta cargado de optimistas iniciativas para toda la región, habrá de ser también un año de fundamental interés histórico para Valencia.


Alfonso Marín.


Valencia, último de diciembre de 1979.





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