viernes, 25 de mayo de 2012

4 de Agosto de 1986. "Los Deseos del Atardecer"


Los Deseos del Atardecer


                               Recordando a León de Greiff
                               y a Rufino Blanco Fombona.


Uno a uno, con sus pasos contados,
mis amigos viejos se van
irremediablemente arrebatados
por un soplo de eternidad
y dejan un vacío profundo
difícil de llenar.

Yo, mientras tanto, sigo incólume
desafiando la tempestad
en el límite exacto
en donde se separan o se juntan
el bien y el mal,
sin preocuparme por las horas
que van marcando su compás
y que me anuncian a su paso
que mi momento llegará.
No me importa, soy un estoico;
nunca he flaqueado
ni jamás habré de flaquear;
he sido siempre fuerte
y así he de ser hasta el final;
me queda solamente la vida
-un tanto usada como está-
y si alguien quiere arrebatármela
no tengo nada que objetar.
-         Es tuya, tómala, le digo,
la he gozado bastante ya.
(No haré ninguna resistencia
el día que “la celosa”
me venga a visitar).
Sería inútil, Señor, tú bien lo sabes:
Sería inútil, aunque tú puedes permitirme
Que viva un poco más
Ojalá resuelvas hacerlo,
¡ojalá!:
siendo tu bondad infinita
conmigo puedes extremar tu bondad.
En mis jardines interiores
tengo ilusiones en agraz.
En todo caso estoy dispuesto
a dar un paso al frente
a tu más mínima señal.
Y hoy te quiero hacer una súplica,
mi última súplica quizás:
cuando llegue la hora postrera
no me lleves a descansar;
prefiero que me asignes
un lugar adecuado
lleno de intensa actividad
donde pueda seguir cumpliendo
mi destino:
Amar,
Servir
y Trabajar.
Tú me has dado esos dones, Señor,
¡no me los vayas a quitar!
Me acobarda la idea
de una quietud total.
Déjame seguir siendo inquieto,
irreversiblemente inquieto
para siempre jamás,
hasta más allá de la vida,
más allá de la muerte,
más allá del planeta,
más allá,
y que unos ojos brujos
me sigan alumbrando el camino
con su recóndito mirar
y unas manos piadosas
acaricien mi frente
y me ayuden a pensar y a soñar.
Eso es todo, Señor, eso es todo.
¡Nada más!


Alfonso Marín.


Valencia, agosto de 1986.

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