Los Corianos en Valencia.
Alguna vez intentaremos escribir un ensayo histórico acerca de la presencia de los corianos en la capital de Carabobo. Tradicionalmente se acostumbra, y las costumbres se hacen leyes, denominar como corianos a los habitantes de todo el Estado Falcón. No importa que sean de Dabajuro, de Carirubana o :Punto Fijo. No importa, son corianos, y eso basta.
Decimos esto,
porque queremos señalar y ponderar la penetración cada vez más acentuada, y más
provechosa, de los corianos en el ámbito regional nuestro. Un hecho que hunde
sus raíces en la historia. No hay que olvidar que la acción civilizadora de la
conquista nos vino de allá. La ruta que siguió el conquistador español del
siglo XVI, no da lugar a dudas: Coro - El Tocuyo - Barquisimeto - Valencia. Por
allí nos llegó Juan Villegas, quien se iba a encargar de descubrir el Lago de los Tacarigua, el 24 de diciembre de 1547. Lo único que no nos vino por ese lado, fue el ganado, lo trajimos de Margarita, a través de los llanos orientales, en una odisea de seis meses. Y luego por la misma vía de El Tocuyo nos llegó un día Diego de Lozada, quien siguió hasta el valle del Avila, para fundar a Caracas. Este movimiento integracionista había sido trazado así.
Pasado el tiempo, lo mismo. Los vientos del Caribe, que desahogan sus fauces sobre la península de Paraguaná y sobre los médanos, tierra de los vientos, también seguirían soplando hacia acá. Esto quedaría claramente demostrado bajo la acción avasalladora del gran caudillo coriano Juan Crisóstomo Falcón, en los días estelares de la Revolución Federal.
Pero la intención de esta breve crónica volandera no es la de hacer historia, ni la de detenernos a contemplar el pasado, sino la de hacer un ligero comentario sobre nuestra realidad actual. Queremos decir que los corianos siguen teniendo entre nosotros un ambiente cada vez más amplio. Estamos rodeados de corianos por todas partes: en el periodismo, en las aulas universitarias, en el ejercicio profesional médico, en las letras; en la cultura; en el ancho campo de las relaciones humanas. Tres casos, por vía de ejemplo: el de la insigne poetista coriana Genoveva de Castro (Yajaira), injustamente olvidada; el del notable periodista Ildemaro Alguíndigue y el del abogado Héctor Hernández Manzano, este último con menor antiguedad, pero quien está ejerciendo con indudable acierto la presidencia del Colegio de Abogados de Carabobo durante dos periodos consecutivos. Y así sucesivamente. La colonia coriana que existe en Valencia, es excepcionalmente numerosa.
Todo esto viene a cuento porque acabamos de disfrutar de un mensaje poético-musical, que nos vino de Punto Fijo: el del poeta Guillermo León Calles y el cantante guitarrista Emiro Querales. Dos corianos admirables. Ambos, estrechamente acoplados, reviven la vigencia de los juglares antiguos. Esta vez de los juglares de la paz, imbuidos en una genial reminiscencia de los sentimientos pacifistas que pregonó Pablo Picasso. Un espectáculo revestido de un acento lírico-musical, que nos hizo vibrar de emoción durante dos horas largas en los salones solariegos de la Casa Páez, proporcionándonos una noche inolvidable. Versos del propio poeta Guillermo León Calles, de Andrés Eloy Blanco, de Aquiles Nazoa y de Alí Primera, entrelazados en el fuego enternecedor de un concepto de paz y de amor entre los pueblos y los hombres. La Paz y el amor enarbolados como las banderas más limpiaas y más altas.
De la Casa Páez pasamos al Centro Social Falconiano que funciona en esta ciudad y allí tuvimos ocasión de dialogar acerca de todas aquellas cosas que nos ligan en el espacio y en el tiempo y de decir de viva voz a nuestros amables contertulios, que a cambio de todo lo bueno que nos viene de Falcón, nosotros conianos uno de los ocho obispos de que en monseñor Francisco José Iturriza, quien ha realizado allá una labor estupenda, un homenaje apoteósico proclamándolo Hijo Ilustre de Coro, y esto ha culminado con la decisión de la legislatura regional de bautizar con su nombre el nuevo distrito creado por ella, (Chichiriviche): Por eso monseñor Iturriza se ha hecho más coriano que los médanos y por eso mismo su nombre se ha convertido allí en un trueno de simpatía. Un símbolo. Un símbolo de unión entre Falcón y Carabobo. Después de todo, las dos regiones son una misma cosa. Porque estamos ligados por lazos muy hondos.
Valencia, julio de 1986.