sábado, 5 de julio de 2025

Septiembre de 1986. "Núñez Pérez"

Balcón Abierto del Cronista de la Ciudad - El Carabobeño

 Núñez Pérez

Más de una vez nos hemos referido a la personalidad y a la labor del compañero Luis Núñez Pérez, siendo de advertir que esto de compañero no guarda ninguna relación con alguna actividad de carácter político. Es algo que surgió cuando ambos fuimos miembros activos -activos de verdad, como los dos nos hemos comportado siempre- en las filas del antiguo Club de Leones de Valencia. Desde entonces conservamos una sólida amistad, con una estimación recíproca, que no podrá alterarse nunca. Y en diferentes ocasiones hemos compartido tareas en otras esferas sociales, culturales y empresariales. Inclusive fuimos organizadores en alguna oportunidad de una de las asambleas de Fedecámaras celebradas en Valencia. Siempre en un plano de responsabilidad compartida, con la más diáfana amplitud, y teniendo en todo caso por delante la irreversible decisión de servir a Valencia. Somos dos servidores inconfundibles de la ciudad, en el espacio y en el tiempo. Nadie podría negarlo.


Todo esto lo decimos para hacernos eco de los veintiún años que acaba de cumplir su revista Valencia Económica, fundada y sostenida por él contra viento y marea, con la perseverante terquedad que él sabe imprimirle. Un caso parecido al de Pedro Rojas, con su revista Informate, que tan profundamente ha calado en nuestro medio. Dos revistas distintas, no hay duda, pero que en todo caso corresponden a un mismo esfuerzo verdadero. A un esfuerzo enmarcado dentro de las normas del servicio permanente que nos reclama la ciudad. A una especie de cita de responsabilidad compartida, dentro de los anales de la capital de Carabobo.


Núñez Pérez tiene en nuestro medio una trayectoria muy larga. En materia de publicidad, es satisfactorio observar, por ejemplo, que llegó a editar hasta seis ediciones de su Guía Industrial e Información General de Valencia, en un grueso volumen de más de cuatrocientas páginas, profusamente ilustradas, una verdadera enciclopedia informativa sobre Valencia. Y luego editó y puso en circulación, en colaboración con su hijo Edgar, los periodistas Leoncio Lucena Alvarado y José R. Izquierdo y el inolvidable reportero gráfico Germán Saravia, su famosa Guía Turística de Valencia, lo más hermoso y útil que, en su género, se ha publicado en la ciudad. Un trabajo que por su importancia y por su índole, debe ser resaltado en cualquier oportunidad. Nosotros regalamos siempre a personas de otros países, que nos visitan o que nosotros visitamos en el exterior, esta bellísima Guía de Núñez Pérez. Un regalo magnífico, hasta ganamos indulgencias con ella, porque mucha gente cree que en su elaboración también estuvo metida la mano del Cronista de la ciudad.


En otros campos, la actuación de Núñez Pérez también se ha hecho sentir. Formó parte de aquel brillante Concejo Municipal de Valencia, integrado por concejales notables: Humberto Celli (el indivisible Cojo Celli), Luis Fernando Wadskier, el profesor Raúl Villarroel, José Núñez Milá y algunos otros, que se empeñaron en impulsar el desarrollo de la ciudad, con la creación de FUNVAL (Fundación para el Desarrollo Industrial y Sanitario de Valencia). El entonces concejal Núñez Pérez fue el primer presidente de este organismo, cuya contribución al progreso de la capital de Carabobo tuvo entonces, y aún sigue teniendo hoy, proyecciones incalculables. Un organismo que inclusive ha venido a ser observado y estudiado por delegaciones de otros países y que resiste, en consecuencia, para propios y extraños, el más riguroso y exigente análisis crítico. Cuando se dice FUNVAL, ya se sabe que se trata de algo estrechamente ligado a Carabobo en el comprometedor y complicado proceso de nuestro desarrollo.


Núñez Pérez ha presidido en Valencia la Cámara de Industriales del estado Carabobo, el Club de Leones de Valencia y otras instituciones gremiales, sociales y culturales, siempre con gran éxito, y en estos momentos ejerce la presidencia de la Cámara de Comercio de Bejuma, su ciudad nativa, donde ahora reside. Pero mantiene un pie en Bejuma y el otro en Valencia. Para él no puede ser nunca ajeno lo que ocurra o deje de ocurrir en la ciudad, bueno o malo, favorable o adverso; es un hombre con los ojos abiertos a la realidad de su medio y de su tiempo, un hombre que conoce muy bien sus obligaciones primordiales de carabobeño integral, y sabe cumplirlas.


Valencia, septiembre de 1986.


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